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Con secreto se hace referencia a las credenciales privilegiadas no humanas que utilizan los sistemas y las aplicaciones para acceder a los servicios y los recursos de TI que contienen información altamente confidencial y sistemas privilegiados. Los secretos permiten que las aplicaciones transmitan datos y soliciten servicios entre sí. Entre los ejemplos de secretos se incluyen tokens de acceso, claves SSH, credenciales de cuentas privilegiadas no humanas, claves criptográficas y claves de API.
Las organizaciones utilizan secretos para acceder a los datos altamente sensibles y transmitirlos para ejecutar sus operaciones. Es su deber proteger sus secretos del acceso no autorizado mediante la implementación y la práctica de una buena gestión de secretos. Algunas de las prácticas recomendadas para la gestión de secretos incluyen diferenciar los secretos y los identificadores, aplicar las prácticas recomendadas de seguridad de contraseñas, cifrar los secretos y utilizar una herramienta de gestión de secretos.
Siga leyendo para obtener más información sobre la gestión de secretos, los desafíos de la gestión de secretos y las prácticas recomendadas en la gestión de secretos.
¿Qué es la gestión de secretos y por qué es importante?
Las organizaciones cuentan con muchos tipos de secretos para gestionar, que se utilizan de diferentes maneras. Muchos secretos están codificados de forma fija en scripts, configuraciones o códigos fuente, lo que los convierte en objetivos fáciles para los cibercriminales. La gestión de secretos es el proceso de organizar, gestionar y proteger los secretos de la infraestructura de TI. Gracias a la gestión de secretos, las organizaciones pueden almacenar, transmitir y auditar los secretos de forma segura para garantizar que los sistemas funcionen correctamente. Una herramienta de gestión de secretos protege los datos confidenciales de una organización y las aplicaciones y sistemas altamente sensibles del acceso no autorizado.
Los desafíos de la gestión de secretos
La mala gestión de los secretos puede dar lugar a violaciones de datos y a credenciales vulneradas. Si los secretos de una organización se ven vulnerados, su reputación puede quedar dañada, sus datos confidenciales pueden quedar expuestos y puede costarles millones de dólares recuperarse. Estos son los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones a la hora de gestionar sus secretos.
Falta de visibilidad sobre cómo se gestionan los secretos
Las organizaciones suelen enfrentarse al problema de la dispersión de secretos, dado que cada vez hay más secretos codificados a utilizar en toda su infraestructura. Con tantos secretos que gestionar y con un sistema de gestión de secretos descentralizado, las organizaciones no tienen visibilidad ni conocimiento sobre dónde están ubicados todos sus secretos. Este defecto trae consigo importantes lagunas de seguridad y dificultades de cara a la auditoría de la organización.
Falta de una política de gestión de secretos uniforme
Muchas organizaciones tienen diferentes equipos que utilizan sus secretos de forma diferente. Sin una política de gestión de secretos unificada, cada equipo gestiona los secretos bajo su control de forma independiente. Esta falta de una política de gestión de secretos unificada dificulta el seguimiento de los secretos y el acceso de otros equipos, debido a que cada equipo tiene su propia forma de gestionar los secretos. Esto puede hacer que los secretos se almacenen en ubicaciones no seguras y se administren de forma incorrecta, con una seguridad de contraseñas deficiente, lo que aumenta el riesgo de accesos no autorizados.
Falta de una herramienta de gestión de secretos centralizada
Algunas aplicaciones y dispositivos incluyen herramientas de gestión de secretos integradas. Sin embargo, esas aplicaciones de gestión de secretos solo pueden ser accedidas a través de esas aplicaciones y dispositivos específicos, lo que dificulta saber dónde están los secretos, quién puede acceder a ellos y cómo se utilizan. Una herramienta de gestión de secretos centralizada permite a las organizaciones almacenar, rastrear y gestionar todos sus secretos en un solo lugar, aplicar las políticas de gestión de secretos, evitar la dispersión de secretos y evitar las violaciones de datos.
Prácticas recomendadas para la gestión de secretos
Gestionar los secretos puede resultar complicado cuando una organización tiene demasiados secretos y carece de una herramienta de gestión de secretos centralizada. Para proteger los secretos de los usuarios no autorizados y evitar las violaciones de datos, las organizaciones deben implementar las siguientes prácticas recomendadas para la gestión de secretos.
Diferenciar entre secretos e identificadores
El primer paso de una buena gestión de secretos es identificar todos los secretos de una organización. Las organizaciones deben identificar todos los secretos de su red para garantizar que sean seguros y que los usuarios no autorizados no puedan acceder a ellos. Las organizaciones también deben diferenciar entre secretos e identificadores.
Los identificadores se utilizan en las plataformas de gestión de acceso de identidad (IAM) para autenticar y autorizar las identidades digitales de los usuarios antes de otorgar acceso a los sistemas y recursos generales. Los secretos son los que dan acceso a los sistemas y las aplicaciones a información altamente confidencial. Deben estar estrictamente controlados y fuertemente protegidos. Aunque tanto los secretos como los identificadores deben protegerse del acceso no autorizado, los secretos requieren de una seguridad más estricta debido a su acceso a información altamente confidencial.
Gestionar privilegios
Las organizaciones deben gestionar quién tiene privilegios para acceder a los datos y sistemas altamente sensibles. Es necesario que implementen el principio de privilegios mínimos a la hora de gestionar privilegios. El principio de privilegios mínimos es un concepto de seguridad cibernética que brinda a los usuarios y aplicaciones el nivel de acceso justo solo a los recursos altamente sensibles que necesitan para hacer su trabajo. La implementación del principio de privilegios mínimos evita el uso indebido por parte de las amenazas internas, además de los movimientos laterales dentro de la red de una organización por parte de los cibercriminales.
Adopte las prácticas recomendadas en materia de seguridad de contraseñas
Las organizaciones deben adoptar las prácticas recomendadas en materia de seguridad de contraseñas para todos sus secretos de TI. Para proteger los secretos, las contraseñas de una organización deben ser largas y complejas para que los cibercriminales no puedan adivinarlas. Una contraseña segura es una combinación exclusiva y aleatoria de mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales, de al menos 16 caracteres.
Las organizaciones también deben requerir la autenticación multifactor (MFA) para acceder a los secretos. La MFA es un protocolo de seguridad que requiere formas adicionales de autenticación. Con la MFA habilitada, los usuarios y los sistemas deben proporcionar más de un factor de autenticación para acceder a un secreto. Esto proporciona una capa adicional de seguridad y solo permite el acceso de los usuarios autorizados.
Rotar secretos es una práctica en la que se cambian los secretos de forma regular en un horario predeterminado o bajo demanda. Las organizaciones también deben practicar la rotación de secretos para garantizar que los secretos no se filtren ni sean vulnerados por usuarios no autorizados. Rotar secretos garantiza que los usuarios tengan un tiempo limitado para utilizarlos y que los secretos recién generados sean seguros y únicos.
Almacene los secretos en almacenamiento cifrado
Las organizaciones suelen dejar sus secretos en ubicaciones no seguras, como codificados en código fuente o dentro de archivos de configuración como texto sin formato. Los cibercriminales suelen tener los secretos codificados como objetivo porque es fácil acceder a ellos. Las organizaciones deben eliminar los secretos codificados y otros métodos de almacenamiento no seguros. Deberían almacenar sus secretos de forma adecuada en un método de almacenamiento cifrado, como una herramienta de gestión de secretos. Una herramienta de gestión de secretos convierte los secretos de texto sin formato en texto cifrado, lo que los hace ilegibles para los usuarios no autorizados. Los secretos cifrados solo se pueden descifrar utilizando una clave secreta o contraseña.
Monitorear el acceso no autorizado
Independientemente de lo segura que sea una organización, debe prepararse para las violaciones de datos monitoreando regularmente el acceso no autorizado y contando con un plan de respuesta a incidentes. Las organizaciones deben poder ver quién accede a sus secretos y cómo se utilizan sus secretos. Al monitorear de forma regular el acceso no autorizado, las organizaciones pueden mitigar los efectos de las violaciones de datos o evitar futuras violaciones al eliminar de inmediato a los usuarios no autorizados y modificando cualquier credencial vulnerada.
Utilice una herramienta de gestión de secretos centralizada
La mejor manera que tienen las organizaciones de realizar un seguimiento de todos los secretos y gestionarlos de manera adecuada es utilizar una herramienta de gestión de secretos centralizada. Una herramienta de gestión de secretos permite a las organizaciones implementar políticas de gestión de secretos en todo su entorno de datos. Con una herramienta de gestión de secretos, las organizaciones pueden realizar un seguimiento de todos sus secretos de forma sencilla en una sola ubicación y garantizar que solo puedan acceder a ellos los usuarios y sistemas autorizados. Las organizaciones pueden ver quién tiene acceso a sus secretos y cómo se utilizan. También pueden proteger los secretos generando otros nuevos y protegiéndolos con contraseñas y MFA.
Gestione los secretos con Keeper Secrets Manager®
La mejor manera de gestionar los secretos de una organización e implementar las prácticas recomendadas en materia de gestión de secretos es con un gestor de secretos. Con un gestor de secretos, las organizaciones pueden realizar un seguimiento de todos sus secretos y garantizar que estén protegidos mediante cifrado.
Keeper Secrets Manager (KSM) es una solución de gestión de secretos de confianza cero y conocimiento cero basada en la nube que permite a las organizaciones proteger sus secretos desde un solo lugar. Con KSM, las organizaciones pueden consolidar sus secretos en una ubicación centralizada y auditada, integrar los secretos en su infraestructura, gestionar el acceso y los permisos a los secretos, automatizar la rotación de secretos y eliminar las credenciales codificadas.
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