¿Qué son las identidades no humanas (NHIs)?

Las identidades no humanas (NHIs) son credenciales digitales asignadas a máquinas, servicios, aplicaciones y otros sistemas que interactúan en un entorno digital. A diferencia de las identidades humanas, que están conectadas a usuarios individuales a través de nombres de usuario, contraseñas y biometría, las NHIs representan entidades no humanas que necesitan acceso seguro y automatizado a redes y datos. Las NHIs son cruciales en los entornos de TI modernos, donde una cantidad cada vez mayor de tareas y procesos automatizados se completan sin interacción humana.

Tipos de identidades no humanas

Las NHIs vienen en muchas formas, cada una desempeñando un papel diferente en los procesos automatizados. Los tipos más comunes de NHIs incluyen:

  • Cuentas de servicio: Las utilizan las aplicaciones o servicios para acceder a recursos o completar tareas sin interacción humana.
  • Cuentas del sistema: Los sistemas operativos las crean para ejecutar procesos en segundo plano.
  • Identidades de máquina: Incluya credenciales como certificados TLS/SSL, claves de API y tokens que autentican dispositivos y cargas de trabajo.
  • Certificados: Se utiliza para validar la identidad de máquinas o aplicaciones.
  • Bots: Agentes automatizados, como los chatbots, que realizan tareas repetitivas y requieren acceso al sistema.
  • Dispositivos de Internet de las cosas (IoT): Dispositivos conectados a la red, como cámaras o dispositivos inteligentes, que usan credenciales para comunicarse de forma segura con otros dispositivos.
  • Herramientas de automatización: Ejecutar tareas programadas, normalmente mediante el uso de credenciales almacenadas.

De qué manera las identidades no humanas impactan en la ciberseguridad

El crecimiento continuo de la automatización y los entornos en la nube ha llevado a una mayor dependencia de las NHIs. Cada contenedor y máquina virtual requiere su propia identidad en forma de clave de API, token o cuenta de servicio. Aunque las NHIs son cruciales para permitir una automatización perfecta, amplían significativamente la superficie de ataque. Cada credencial puede convertirse en un vector de ataque potencial para los ciberdelincuentes si no se protege adecuadamente.

Una de las preocupaciones más importantes en materia de ciberseguridad es el exceso de privilegios de las NHIs. Por lo general, a las NHIs se les concede un amplio acceso para realizar diversas tareas automatizadas, que a veces, exceden lo necesario. Este acceso rara vez se revisa, lo que facilita que los ciberdelincuentes exploten una NHI comprometida, escalen privilegios o permanezcan sin que los detecten mientras acceden a datos sensibles. Gestionar las NHIs de manera efectiva es ahora una parte clave de la Gestión de accesos e identidades (IAM). Sin controles de acceso granulares, las NHIs no monitoreadas y con privilegios excesivos introducen riesgos significativos de seguridad.

Riesgos y desafíos de seguridad de las NHI

Muchos nuevos riesgos y desafíos de seguridad se generan por la creciente cantidad de NHIs, que van desde el acceso con privilegios excesivos hasta la supervisión deficiente en entornos complejos.

Acceso con privilegios excesivos

Por lo general, a las NHIs se les concede un acceso amplio y permanente por conveniencia, especialmente en entornos de DevOps y nube de ritmo rápido. Sin embargo, si una de estas identidades se ve comprometida, los ciberdelincuentes pueden moverse lateralmente a través de una red y obtener acceso a sistemas o datos confidenciales. Las NHIs comprometidas con acceso permanente a información confidencial pueden resultar en un radio de explosión mucho mayor, convirtiendo una NHI comprometida en una violación de datos completa.

Falta de visibilidad

Muchas organizaciones luchan por mantener un inventario completo y actualizado de las NHI en todos sus entornos. Esta falta de visibilidad conduce a identidades ocultas, que son NHIs sin seguimiento que van más allá de los controles de seguridad establecidos. Sin una supervisión completa de la actividad de NHI, estas identidades ocultas pueden crear puntos ciegos que los ciberdelincuentes pueden explotar para obtener acceso a sistemas críticos.

Mala gestión de credenciales

Las NHIs dependen de credenciales como claves API, tokens y certificados para autenticar y acceder a los sistemas, pero estas credenciales a menudo están mal gestionadas. Algunas credenciales pueden estar codificadas en repositorios de código, raramente rotadas o compartidas a través de varios servicios, lo que aumenta el riesgo de compromiso. Cuando estas credenciales se exponen o se filtran, pueden dar acceso directo a información confidencial a los ciberdelincuentes.

Monitoreo y registro inadecuados

Dado que las NHIs frecuentemente se ejecutan en silencio en segundo plano, realizan la mayoría de sus tareas sin supervisión humana. Si el comportamiento de las NHIs no se monitorea y registra correctamente, la actividad anormal o maliciosa puede pasar desapercibida. Sin líneas de base de comportamiento o registros de auditoría detallados, es posible que las organizaciones no identifiquen de manera efectiva las NHIs comprometidas o el uso indebido de privilegios hasta que sea demasiado tarde.

Mejores prácticas para gestionar identidades no humanas

Las organizaciones deben ser proactivas en asegurar las NHI implementando las siguientes mejores prácticas.

Aplique el acceso de privilegio mínimo

Aplique el Principio de privilegio mínimo (PoLP) para garantizar que las NHIs solo tengan el acceso mínimo necesario para realizar sus tareas. Evite otorgar acceso amplio y permanente a las NHIs y revise regularmente los permisos para minimizar la exposición en caso de una vulneración.

Implemente políticas de rotación y expiración de credenciales

Rote regularmente las claves API, tokens, certificados y otras credenciales para limitar la vida útil de las NHIs potencialmente comprometidas. La rotación de credenciales ayuda a evitar que el acceso no autorizado pase desapercibido y debe automatizarse siempre que sea posible para mayor comodidad. KeeperPAM® admite la rotación automática de credenciales y el acceso por tiempo limitado a las cuentas de servicio y la infraestructura.

Utilice la gestión de secretos

Centralice el acceso, el almacenamiento y la auditoría de credenciales a través de un sistema de gestión de secretos confiable. Esto garantiza que los secretos, incluidas las claves de las API y los tokens, estén cifrados y no se expongan en el código o los archivos de configuración. Una solución como Keeper Secrets Manager protege los secretos y admite la integración en los canales de DevOps y los entornos de nube.

Automatice la gobernanza del ciclo de vida de NHI

Establezca flujos de trabajo automatizados para la creación, revisión y revocación de las NHI. Esto ayuda a reducir los errores humanos y garantiza que las identidades huérfanas no permanezcan en su entorno sin supervisión.

Monitoree y registre toda la actividad de NHI

Realice un seguimiento de todo el comportamiento de las NHI, incluidos los inicios de sesión, el acceso a recursos y el uso de credenciales. Establezca líneas de base de comportamiento para detectar rápidamente actividades inesperadas y anomalías de comportamiento. Las plataformas como KeeperPAM ayudan a las organizaciones a monitorear toda la actividad de las NHI, hacer cumplir el acceso de confianza cero y proteger las sesiones remotas.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre las NHI y las identidades de máquina?

Las identidades no humanas (NHIs) son una amplia categoría de identidades digitales que no están conectadas a un usuario humano, como cuentas de servicio, bots y dispositivos IoT. Las identidades de máquina son un tipo específico de NHI que se utiliza para autenticar máquinas, generalmente a través de certificados TLS, tokens o claves SSH. En pocas palabras, todas las identidades de las máquinas son NHIs, pero no todas las NHIs son identidades de las máquinas.

¿Pueden las NHI usar la autenticación multifactor (MFA)?

No, las identidades no humanas (NHIs) no son compatibles con los métodos tradicionales de autenticación multifactor (MFA) porque están diseñados para usuarios humanos. En cambio, las identidades no humanas (NHIs) se basan en tokens y autenticación basada en certificados para verificar su identidad y proteger el acceso. Aunque la MFA no se usa de la misma manera para las identidades no humanas (NHIs) que para los usuarios humanos, hacer cumplir la gestión de secretos y el acceso de privilegios mínimos tiene un propósito similar.

¿Las NHIs están protegidas por las herramientas de gestión de identidades y accesos (IAM)?

Sí, pero la protección de las identidades no humanas (NHIs) varía según la herramienta de Gestión de accesos e identidades (IAM). Las soluciones IAM tradicionales se centran en los usuarios humanos y ofrecen un soporte limitado para las NHIs. Sin embargo, las soluciones modernas como KeeperPAM están diseñadas para proteger tanto a las entidades humanas como a las no humanas. KeeperPAM ofrece controles para las NHIs, como la rotación de credenciales, la gestión de secretos y el monitoreo de actividades, lo que garantiza que las cuentas de máquina y servicio estén debidamente aseguradas.

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